Conocimos a Dennis y vivimos una historia que nos llena de ánimo para enfrentar la tragedia que se vive en la Comuna en Quito.
La mañana del 1 de febrero, mientras nuestros voluntari@s recorrían la zona de desastre, brindando asistencia humanitaria a las familias y reportando sus necesidades, encontraron a Dennis, de 10 años de edad, resguardado en el hogar de una vecina, estaba perdido y desorientado, preocupado por encontrar a su pequeño hermano.
El día en que el Aluvión ocurrió, Dennis se encontraba haciendo deberes en la casa de su hermana mayor, el aluvión impactó en el hogar llevándose a Dennis, su hermana y su pequeño hermano de 3 años de edad. Dennis recuerda haber sido golpeado por escombros y haber perdido de vista a su familia.
El niño fue desplazado por la corriente varias calles, hasta la altura media de la Gasca, donde fue rescatado por los vecinos de la zona.
Cuando los moradores nos contaron lo sucedido, nuestro voluntario Diego Dávila y su equipo buscaron a Dennis y evaluaron su salud. Inmediatamente enviamos una ambulancia 4×4 para brindar atención al menor y llevarlo al Puesto de Mando Unificado, donde estaba preparada nuestra psicóloga, Rebeca Yánez, para brindarle contención emocional y cuidar de él.
En coordinación con la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), nos contactamos con la madre de Dennis. Por medio de nuestro sistema de restablecimiento del contacto familiar, pudimos localizar también a los hermanos, quienes se encontraban en el Hospital Eugenio Espejo, con varios traumatismos, pero ya dados el alta.
Fue posible gestionar la recepción de Dennis en el Hospital Baca Ortiz, para que reciba atención médica y lo trasladamos en ambulancia hacia el lugar.
Aún hay personas desaparecidas. La emergencia no ha cesado. Que Dennis y sus hermanos sigan con vida nos hace mantener la esperanza y el aliento para continuar enfrentando las consecuencias del aluvión.